Se escucha hablar mucho de la Smart City o Ciudad Inteligente, pero ¿qué es y cuáles son sus características?

Entendemos por Smart City una ciudad en la que la tecnología proporciona servicios tradicionales y resuelve cuestiones urbanas, por ejemplo, facilitando la movilidad, mejorando los servicios de la ciudad, convirtiéndola en un espacio más sostenible o dando voz a los ciudadanos.

Aunque el concepto de Smart City pueda sonar nuevo, se podría considerar que las ciudades de la antigua Roma ya eran Smart, ya que, a su modo, utilizaban la tecnología disponible para facilitar la vida de sus ciudadanos. Un ejemplo serían los acueductos.

Entre los objetivos de una ciudad inteligente se encuentran:

  • Mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la ciudad.
  • Modernizar sus políticas.
  • Fomentar la calidad social y económica.
  • Maximizar la inclusión social.
  • Reducir los residuos y molestias.



Para el cumplimiento de todas estas metas, las Smart Cities utilizan la tecnología. Por ello, se puede decir que “inteligente” no se refiere a una característica de la ciudad en sí misma, sino que se trata de una herramienta para conseguir los objetivos deseados. En este sentido, “inteligente” o “smart” se asocia con la capacidad que tenga una ciudad de crear más bienestar para sus ciudadanos.

Sin embargo, una Smart City no solo sirve para proveer servicios para el beneficio de los ciudadanos, sino que de forma intrínseca busca la implicación de los mismos para la obtención de resultados. En otras palabras, una característica de las Smart Cities es el valor que otorga a la participación ciudadana, basándose en la idea primordial de que los ciudadanos son los que crean la ciudad y no al revés.

ciudades más inteligentes con la gestión de datos e información


¿Cómo funciona una Smart City?
Las ciudades inteligentes buscan solucionar problemas de diversos ámbitos mediante la tecnología y los datos en tiempo real, como el estado del transporte, la calidad del aire y el agua, o el índice de radiación solar. Algunas de las formas de recopilación de estos datos e información consisten en la instalación de sensores en las calles, que pueden detectar desde plazas de parking libres o la frecuencia de los autobuses, hasta la calidad del agua y del aire.

Existen otras herramientas tecnológicas que las Smart Cities utilizan para solucionar problemas medioambientales. Por ejemplo, aquí se incluyen los sensores que detectan la presencia de viandantes para aumentar la potencia de luz solo cuando hay gente por la calle, y así reducir los gastos energéticos el resto del tiempo.

Para que una Smart City funcione, es necesario que la Administración local se implique y recopile y organice más información y datos de todos los indicadores de la ciudad. Un ejemplo es Barcelona, que cuenta con sensores y sistemas GPS para facilitar la atención médica urgente: los semáforos detectan las ambulancias y cambian a verde para facilitarles el paso sin crear situaciones de peligro.

extracto: https://verdticalmagazine.com/que-es-una-smart-city/